Este reportaje nos permite acercar a un terrible y dramático episodio de nuestra historia contemporánea cuándo ningún canal de señal abierta ni periodista televisivo fue capaz de difundir estos testimonios. La televisón estaba contaminada de programas que adormecían a la población y eran verdaeras cortinas de humo. Una investigación de esta naturaleza, que hacía referencia con nombre y apellido de los responsables de este horrendo crimen, era la posibilidad de comenzar a entender la verdad, hacer justicia y hablar por los que no tienen voz, cuando las mentiras eran verdades y las montañas de dólares y los ripios compraban conciencias.
Los testimonios que recoje Bruno con la excelente cámara y fotografía de Miguel Piedra y que son luego tratados en una impecable edición respetan el dolor humano. La dignidad de estas personas son puestas de manifiesto en los detalles que cuentan y nos abofetean desde las pantallas para hacer reaccionar nuestras evasivas conciencias, haciéndonos ver, hasta que grado de salvajismo habíamos llegado los peruanos.
El reportaje fue hecho por encargo para Canal N, un canal de cable noticias que fue una tribuna de opinión plural en aquellos convulsionados días, ante una televisión totalmente comprada como pudimos ver en los Vladivideos. Por encargo -nuestro querido Bruno para variar se encontraba desempĺeado en esos momentos por oponerse a dictados y caprichitos mediáticos- reconstruye la historia y denuncia a Martin Rivas y el Grupo Colina como los asesinos y a Vladimiro Montesinos cómo autor intelectual. Lo hizo cuando nadie en la televisión decía nada, cuándo Laura Bozo hacía reir a sus desdentados o los cómicos ambulantes eran el pradigma del buen humor, cuándo todo lo que usted verá a continuación no existía para los canales de señal abierta, ni para un gran sector de la prensa y radio.
Iniciamos Archivo De Olazábal con un "clásico" de los reportajes cómo diría el pequeño "Balserito" Joaquín, su hincha número uno, quien recuerda a su tío por aquellos días cuando sólo tenía tres años, mientras lee curiosamente e inquisitivamente el banner de este blog.
Los testimonios que recoje Bruno con la excelente cámara y fotografía de Miguel Piedra y que son luego tratados en una impecable edición respetan el dolor humano. La dignidad de estas personas son puestas de manifiesto en los detalles que cuentan y nos abofetean desde las pantallas para hacer reaccionar nuestras evasivas conciencias, haciéndonos ver, hasta que grado de salvajismo habíamos llegado los peruanos.
El reportaje fue hecho por encargo para Canal N, un canal de cable noticias que fue una tribuna de opinión plural en aquellos convulsionados días, ante una televisión totalmente comprada como pudimos ver en los Vladivideos. Por encargo -nuestro querido Bruno para variar se encontraba desempĺeado en esos momentos por oponerse a dictados y caprichitos mediáticos- reconstruye la historia y denuncia a Martin Rivas y el Grupo Colina como los asesinos y a Vladimiro Montesinos cómo autor intelectual. Lo hizo cuando nadie en la televisión decía nada, cuándo Laura Bozo hacía reir a sus desdentados o los cómicos ambulantes eran el pradigma del buen humor, cuándo todo lo que usted verá a continuación no existía para los canales de señal abierta, ni para un gran sector de la prensa y radio.
Iniciamos Archivo De Olazábal con un "clásico" de los reportajes cómo diría el pequeño "Balserito" Joaquín, su hincha número uno, quien recuerda a su tío por aquellos días cuando sólo tenía tres años, mientras lee curiosamente e inquisitivamente el banner de este blog.
Corrección, el reportaje fue hecho por encargo de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, y se logró su emisión en Canal N.
ResponderEliminarMe resisto a creer que nadie haya comentado nada aún en este post...
ResponderEliminarUna dosis de recordación necesaria, especialmente a una semana de elecciones. Que no suceda nunca más (y que nunca olvidemos).